ESTA TRISTE CARTA ME ESCRIBIÓ UN AMIGO, EL JUEVES:
11 de Septiembre 2014 un día triste para unos y alegre para otros. La realidad de la situación es la tristeza
Buenas noches¡¡¡

Ayer se celebró el día de Cataluña, estuvieron de fiesta miles de personas, otros miles salieron para reivindicar la independencia de Catalunya

Creo que hablar actualmente de independencia es una antítesis que se adivina falaz. ¿Independientes de las Merkel, los Hollande, los Draghi, las Lagarde? Si no es así, no me sirve. ¿Independientes de los Rajoy que dependen a su vez de las Merkel, los Hollande y las máximas neoliberales que mueven el mundo? Tampoco me sirve. Me gustaría que los independentistas me convencieran de qué y de quién vamos a ser independientes y, sobre todo, para crear qué y cómo.

Me parecen preguntas demasiado trascendentales como para no ser tratadas y, desafortunadamente, creo que pocos son los que las abordan y ninguno las contesta si se le preguntan

Yo sueño con una Catalunya ante todo justa, sin diferencias sociales, sin personas por debajo del umbral de la pobreza, (actualmente tenemos el 28% de los niños menores de 16 años) sueño sin empresarios burgueses que exploten a sus trabajadores y sean bien vistos por el mero hecho de ser nacionalistas; sin políticos corruptos Pujol &CIA y que después sean amnistiados por ser nacionalistas, y con una sociedad abierta y plural. Sueño con todo eso.

Es por este motivo que, a pesar de mi amor por Catalunya, igual o mayor que el de cualquier otro independentista concienzudo o captado en los últimos tiempos para la causa, me muestro sensible a las consecuencias nefastas que han conllevado históricamente todos los nacionalismos. Habría tantos ejemplos para citar, pero sólo con la Segunda Guerra Mundial o el conflicto de la antigua Yugoslavia, creo que es suficiente.

Ambos fueron resultados directos de la intolerancia, el extremismo y el etnocentrismo de que cada uno se creyera el centro del mundo. Es esa visión egoísta la que no quiero para un futuro. La historia está saturada de pueblos fragmentados por un odio enraizado que impide a las personas establecer puentes para con el “otro”. Ellos son víctimas de sus líderes que encabezan y fomentan discursos según sopla el rédito electoral. En Cataluña llevamos algunos años con este tipo de lideres.

Y es por todo esto que denuncio aquí y ahora que no quiero formar parte de este circo. Pretendo que jueguen conmigo lo menos posible, consciente como soy, que como parte del sistema me tocará tragar en algunas ocasiones. Las maniobras execrables de los nacionalistas españoles para movilizar a los suyos a través de una arma política llamada Catalunya deberían ser denunciables en los juzgados y las artimañas usadas por los conservadores catalanes con el mismo fin deberían de igual forma ser repudiadas.

La cuerda entre España y Catalunya se tensa cada día más con sus declaraciones y tretas políticas engrandecidas por unos medios de comunicación que atizan el recelo y contribuyen cómplices a difundir un pensamiento único del sistema, sucumbiendo a ejercer su papel de cuarto poder de un protoestado del bienestar ficticio y desactivado. Eso, claro está, afecta a todos y cada uno de nosotros que, sin estar dentro del juego, decantamos la balanza en uno y otro sentido cada vez que se nos reclama.

Por este motivo, que una Catalunya independiente en el futuro continuaría con los mismos problemas que en la actualidad, aunque con un añadido: la búsqueda de un enemigo común, máxima por la cual los sistemas se auto conforman a través de la demanda de un antagónico que los constituye en el caso que nos ocupa, esta esencia es más perceptible que en cualquiera “ni contigo ni sin ti”.

Es por todo esto que el día 11 estuve en casa, junto a mi amada Cristina, observando por televisión con nostalgia y tristeza cómo han truncado otro de mis sueños: el de andar junto a los míos, de manera serena pero decidida, reivindicando un mundo más justo. Hoy observo, en cambio, como mi estimado pueblo se moviliza por una causa que no es la mía, por una bandera que no es la mía, por una razón que no es la mía. Es entonces cuando pienso dónde quedan mis estandartes y bajando los brazos comprendo el éxito del nacionalismo que ha logrado encauzar esas reivindicaciones bajo su paraguas. Es su pequeña gran victoria, que celebro y que a su vez me permite soñar aún en un día junto a mi mujer, hijas, hijo político y mi adorada nieta Lucía, en el que unidos reclamemos justicia, en toda la amplitud del término. Esa justicia social, judicial, económica y de todo tipo que los mismos nacionalistas de ambos lados nos han arrebatado.

ESTO LE CONTESTÉ:

Querido amigo, no desfallezcas. La obra de teatro acabará pronto. Te la pongo al pie, por si quieres verla. Te subirá el ánimo.
Un abrazo.

OBRA DE TEATRO “CATALONIA NO HIT HIS HISPANIA”
1. Acto 1º: El 9-N no se convocará la consulta por ilegal (*)
2. Acto 2º: ERC partirá peras con el Govern de CiU, por “traicionar la causa”, y no le dará apoyo en los Presupuestos de 2015
3. Acto 3º: Artur Más adelantará 2 años, nuevamente, las elecciones autonómicas, para convertirlas en plebiscitarias, a Febrero/Marzo de 2015
4. Acto 4º: UDC de D.Lleida romperá el pacto histórico con CDC. Se acabó CiU
5. Acto 5º: ERC ganará las elecciones y formará nou Govern
6. Acto 6º: O. Junqueras saldrá al balcón de Palau, en la Plza. S.Jaume, y declarará unilateralmente la “República Catalana Independent”
7. Acto 7º: El Gobierno del PP y el Fiscal Gral del Estado, mandan detener al nuevo “mártir” del segregacionismo, al que ubicarán muy cerca de Otegui.
EPÍLOGO:
A partir de aquí, puedes elegir el final de la película que más te gustaría ver:
A. El Parlament de Catalunya, reunido de urgencia, acepta la legalidad y elige un Govern Provisional, que gestiona Cataluña hasta la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas.
B. El Parlament de Catalunya, no acepta la legalidad, y el Gobierno Rajoy, en aplicación del art. 155 de la C.E., disuelve las instituciones de gobierno de Cataluña y traslada sus competencias al Gobernador Civil de Cataluña. (**)
NUEVA PELÍCULA:
· Acabada la obra anterior, en cualquiera de sus 2 opciones posibles, comienza una nueva obra, la de la Reconstrucción de la Convivencia en Cataluña
· 1ª parte: Los partidos constitucionalistas, acuerdan abrir un proceso de Reforma Constitucional que afecte al Capítulo VIII de la C.E. para establecer un Estado Federal, que cierre, definitivamente, el proceso autonómico.
· 2ª parte: El Gobierno convoca un Referéndum Nacional, para someter al voto de la ciudadanía, la aprobación, o no, de la nueva Constitución Federal.
· 3ª parte: La nueva Constitución Federal Española (C.F.E.) queda aprobada. Se disuelven las Cortes y se convocan Elecciones Generales y Autonómicas, bajo el amparo de la nueva norma. He aquí donde se aplica el tan discutido “derecho a decidir, legal y acordado”
FIN DE LA PELÍCULA:
· Los nuevos Parlamentos y los Gobiernos que de ellos surjan, cierran la Etapa Autonómica en España, e inician una nueva etapa: la Etapa Federal

La Constitución española de 1978. Título III. De las Cortes Generales. Capítulo segundo. De la elaboración de las leyes
(*) Artículo 92
1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.
2. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.

(**)Artículo 155
1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

La dedicación a la política institucional es, como otras, una profesión de alto riesgo judicial.

Si cada vez que un policía es denunciado por un ciudadano insatisfecho con su actuación profesional, y es llamado a declarar ante un juzgado, tuviera que ser apartado de su función, no habría policías, o los que quedasen, estarían todos mirando para otro lado, haciendo buena aquella máxima abstencionista de que “la mejor intervención es la que no se realiza”; con lo que los ciudadanos quedarían absolutamente desprotegidos.

Los límites para una “suspensión cautelar de funciones”, antes del juicio, están claramente reglamentados por ley.

Solo así es posible seguir actuando con cierta seguridad jurídica, en tanto la demora habitual de la Justicia –entre 1 y 10 años de media- se pronuncia.

La inhabilitación para ejercer cargo público es una de las penas que se ejecutan tras sentencia judicial firme.

Pedir que se aplique “a priori” para los cargos institucionales de las administraciones públicas, desde el momento en que una denuncia o querella es admitida a trámite y se les llama a declarar; implicaría que estos pudieran quedar a merced de la lógica subjetividad de cualquier ciudadano que se sienta perjudicado por la actuación de ese servidor del poder público; o lo que es mucho más grave, de cualquier desaprensivo que quiera efectuar una denuncia falsa a conciencia, como método de presión o venganza contra la decisión de un cargo público, sabiendo que eso le acarreará de inmediato el que sea apartado de la vida pública.

Por sintetizar: es pedir que las medidas garantistas de un estado social y democrático de derecho, contemplen una excepción para los políticos, y que automáticamente estos sean considerados “culpables, mientras no se demuestre lo contrario”; convirtiendo así la política en un mundo de locos, a la que solo optarían por “selección adversa” los menos capacitados para ganarse la vida en la empresa privada.

Este escenario que acabo de dibujar, no es futurible, ”de facto” se está dando ya.

Las vacilaciones de los distintos líderes políticos sobre este tema, después de 37 años de práctica democrática en España, les lleva a hacer declaraciones contradictorias, en función de quien es el sujeto pasivo al que se acusa en cada momento –de las filas contrarias, o de las propias- , dando una imagen pública de absoluta incoherencia ante los ciudadanos.

Igual que en el ejemplo que puse al principio, sobre la profesión policial, que puede extenderse a la médica, o a cualquier otra en la que la responsabilidad por las decisiones personales puede ser exigible; los gestores políticos de la vida pública, deben tener idéntica protección, perfectamente delimitada y reglada, e idéntica para todos los partidos políticos. Solo así puede predicarse el principio de “igualdad ante la ley”.

Mientras esto no se haga, la subjetividad de las evaluaciones sobre quién debe dimitir, o no, en cada momento, seguirán llenando el amarillismo de los platós de radio y televisión, dando alas a la demagogia populista y sembrando la confusión y desafección hacia la política de cada vez mayores capas de la población.