M.P: Que alguien de tan largo recorrido como tú abandone nuestra Organización me apena mucho, lo siento profundamente, pero te entiendo.
Por esas mismas fechas intenté, sin éxito, que otros 2 buenos militantes, no dejaran el carnet. Uno por el mismo motivo que tú, nuestro discurso económico. Otro por nuestras dudas e indefiniciones sobre el secesionismo. El primero se irá a Podemos. El segundo a Ciudadanos. Los 2 costados -izquierda y derecha- por los que el Partido Socialista sangra desde hace 8 años.
Las contradicciones ideológicas del Partido, lo son con respecto al propio ideario Socialista, son profundas. Lo han sido siempre.Que los ministros del área económica de nuestros gobiernos hayan sido de la
catadura ideológico-liberal de los Boyer; Solchaga; Solbes, Salgado, Sebastián oSevilla, deja bien claro el desequilibrio interno entre en valor LIBERTAD (derechos
civiles y políticos), y los valores IGUALDAD y FRATERNIDAD/SOLIDARIDAD
(valores económicos).
Esa es mi preocupación, mi dedicación y mi lucha interna desde hace 36 años en nuestra Organización. Desde las tribunas de las ejecutivas a las que pertenezco, o desde el ámbito de la Escola de Formació. Con escaso éxito, cierto, pero con la esperanza de ver que en los nuevos militantes, los que no vienen contaminados por la nefasta y tóxica cultura organizacional, va prendiendo la llama, Carles Castillo Rosique, al que me pides que cuide, es uno de ellos -promoción de cuadros políticos 2003-.
Después de 25 años dedicado casi exclusívamente a la formación interna, voy viendo bastantes cambios en la misma línea política de Carles, y eso es lo que me alimenta el alma.
Yo soy de la vieja escuela, me inicié en 1968 con Mao y Gramsci.
Del 1º aprendí posibilismo: “unir todo lo susceptible de ser unido en contra del enemigo principal” y “contra la mentalidad de los insurrectos errantes”
-los que desde su urna de cristal analizan y critican lo que otros hacen, sin
mancharse-.
Del 2º aprendí que a la revolución se llega desde la formación:
“antes de conquistar el poder político, hay que conquistar la hegemonía
cultural”.
Esas profundas convicciones me hacen resilente.
Milito en el PSC por que soy un Socialista ideológico, y por que no he encontrado ningún otro partido que sirva para transformar -de forma exasperadamente lenta eso sí- la realidad.
Milito en este Partido por que es útil a los fines estratégicos que persigo como sociedad ideal de futuro.
Yo no entiendo la lucha ideológica sin organización política -eso también me viene de Gramsci-.
De tal forma que, si en vez de en España, mañana tuviese que vivir en cualquier otro país del mundo, lo primero que haría una vez instalado, es buscar una sede del partido socialista de ese país -o de algo que se le aproximase- y afiliarme. Y si no lo hubiese, me pondría inmediatamente a la tarea de crearlo.
Esas son mis profundas convicciones Mariano, pero te entiendo perfectamente.
La lucha es larga y continúa y en ese camino tendremos la oportunidad de vernos y volver a coincidir.
Un fuerte abrazo camarada.
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